lunes, 27 de febrero de 2017

Inamovible.

Tic, tic.
El manto cenizo cubre lentamente
el inmenso fondo índigo.
Tic, tic.
No falta mucho para el esperado momento,
que observaré desde el otro lado de mi cárcel de cristal.
Tic, tic.
Y por fin llegó.
Tic, tic.
La gravedad actúa sobre los minúsculos cuerpos acuosos,
haciendo que se entreguen al aire.
Tic, tic.
Disfrutan de los escasos segundos de libertad,
hasta que finalmente se rompen en el impacto
contra la dura realidad.
Tic, tic.
Es el comienzo de su nueva vida.
Tic, tic.
Inédita perspectiva, que sufrirán
hasta terminar el ciclo,
otra vez en busca de su privilegio momentáneo
de libertinaje,
que regocijarán hasta volver a anexionarse
con la abstracción cambiante.
Tic, tic.

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